El famoso culturista Dorian Yates dijo una vez: "¡Puedes entrenar durante mucho tiempo o puedes entrenar duro, no ambos! "
Es importante concentrarse en tu objetivo y sacar todo lo demás fuera de tu cabeza cuando entrenas.
En el gimnasio, a menudo ves a personas que escriben en sus teléfonos móviles, hacen llamadas telefónicas o hablan entre sí durante la serie. De esta forma, prolongan los descansos entre series y el entrenamiento se vuelve menos intenso, menos duro.
Una vez que decidas hacer ejercicio con el objetivo de ganar músculo, concéntrate durante una hora en lo que estás haciendo.
Los planes y los métodos del entrenamiento siguen los mismos principios:
principio del entrenamiento específico, donde si quieres aumentar la fuerza, tus entrenos tienen que tener una meta y esa es aumentar la fuerza. Muchas personas no cumplen inconscientemente este principio, por ejemplo: su meta es ganar el peso, pero no entrenan las piernas, que es la mitad del cuerpo.
Otro principio es el principio de carga progresiva, que en la práctica significa un aumento constante de la carga. Si todavía practicas con los mismos pesos, series y descansos, ¡no puedes esperar mejores resultados!
El tercer principio es el principio de individualización, donde el entrenamiento se tiene en cuenta en función de los objetivos, experiencias y necesidades de cada persona.
El principio de variabilidad significa que el plan de entrenamiento debe cambiar más tarde, porque el cuerpo se adapta a él después de un tiempo determinado y el efecto disminuye.
El principio de prioridades, sobre todo, es centrarse en si quieres ganar el músculo, aumentar la fuerza, secar...
Por último, si ya has alcanzado cierto grado de músculos o fuerza, debes seguir entrenando, porque el cuerpo con el tiempo empieza a perder todo lo que hayas conseguido.
El entrenamiento es esencialmente un proceso de por vida.
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